Concordancia entre métodos de estimación de la grasa corporal: de la antropometría a la bioimpedancia

Abstract

La estimación del porcentaje de grasa es una herramienta de evaluación nutricional orientada no solamente a la estética corporal, sino también relacionada con la salud, el crecimiento y el efecto de las intervenciones nutricionales y de actividad física. Hace cincuenta años se publicó la fórmula de Durnin-Womersley (DW), que permite estimar el porcentaje de masa grasa a través de la sumatoria de cuatro pliegues cutáneos, y sigue siendo una herramienta vigente en la actualidad. Por otra parte, el método de la bioimpedancia eléctrica (BIA) es más popular y accesible para la población en general, ya que no requiere medidores entrenados. Generalmente ambos métodos arrojan resultados similares, pero en ciertos casos, las diferencias son llamativas, lo cual podría estar relacionado con la distribución desigual de la grasa en algunas personas. El objetivo del presente trabajo fue analizar la concordancia entre ambos métodos e indagar su relación con la distribución de la masa grasa. Se analizó una muestra constituida por 315 individuos (194 mujeres y 121 varones), con edades comprendidas entre 18 y 70 años. Se determinó su porcentaje de grasa mediante fórmula de DW e inmediatamente después mediante BIA, utilizando una balanza Tanita RD545. Además, se analizó su talla y circunferencias de cintura y cadera. Se analizaron los datos mediante correlación lineal simple y análisis de concordancia de Bland-Altman, con el programa GraphPad Prism 8. Si bien el coeficiente de correlación de Spearman entre ambos métodos fue elevado: 0,8975 (p<0,0001), dado que no es una buena herramienta para evaluar concordancia entre métodos, se prefirió efectuar un análisis de Bland-Altman, que mostró un sesgo medio de -1,59 puntos (de -10,58 a 7,40). Esto indica que los métodos no siempre concuerdan, sino que sus diferencias se sitúan en diferentes sentidos, pero con una mayor proporción de casos en los que DW sobreestima el porcentaje de grasa calculado por BIA (en aproximadamente 2/3 de los casos). El análisis individual respecto a la distribución de las diferencias absolutas entre métodos y la talla no arrojó ninguna tendencia significativa. Por otra parte, sí se encontraron asociaciones positivas entre la diferencia DW-BIA y las mediciones de cintura, cadera y los índices cintura/talla y cadera/talla. Las mismas, si bien fueron bajas (r entre 0,2 y 0,3) fueron significativas en todos los casos (p<0,0001). En este trabajo se pretendió analizar la concordancia entre dos métodos ampliamente utilizados en la práctica clínica para la estimación del porcentaje de grasa corporal. Si bien ambos son considerados “doblemente indirectos”, y no se los ha validado aquí con un método más potente, el hecho de que las diferencias entre ambos resulten aleatorias motivó el análisis relacionado con la distribución de grasa, con una tendencia a diferencias crecientes a mayores circunferencias de cintura y de cadera.